“Olvida y perdona. No es difícil si se entiende. Significa perdonar inconveniencias, y perdonarte por olvidar. Con mucha práctica y determinación, resultará mas sencillo.” Mark Twain
En la vida suceden situaciones en las nos equivocamos o cometemos errores. A veces estas situaciones se quedan atrapadas en nuestro interior, limitándonos y creándonos más sufrimiento. Un camino para evitar este bloqueo es el perdón, pero no es fácil. Sobretodo cuando el perdón va dirigido a uno mismo. Mindfulness puede ayudarte a cultivar un tipo particular de atención y conciencia, y a convertirte en observador de lo que está ocurriendo en tu mente para perdonar y vivir el presente con más plenitud.
El perdón presenta múltiples beneficios que han sido demostrados por numerosas investigaciones científicas como el alivio del estrés, dormir y vivir con tranquilidad, afrontar mejor los conflictos, mejorar la autoestima, el bienestar psicológico y la salud física entre otros.
Si no te perdonas, una parte de tu energía interior queda atrapada en el resentimiento, el dolor, el sufrimiento…en una espiral de culpa y pensamientos entorno a poder haberlo hecho mejor. Esta parte vital bloqueada te limita y te hace que te resulte más difícil avanzar.
Si decides perdonarte, no significa que estés de acuerdo con lo que pasó, implica liberarte del pasado y de pensamientos limitantes, lo cual te permite centrarte en lo que te importa, desarrollar tu potencial y crecer.
Cuando aprendes a perdonar, liberas esa energía de pensamientos y sentimientos tristes, sientes más ligereza y libertad y puedes centrarte en la vida que deseas en lugar de limitarte o crearte más sufrimiento.
Para lograr perdonar puedes ejercitar tu mente conscientemente a través de la atención plena, de modo que destejas esos nudos que te atrapan generándote más sufrimiento y dolor. El perdón, en definitiva, es un acto de liberación personal.
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.” —Jorge Luis Borges
Pero ¿Cómo te perdonas a ti mismo?
Requiere un paso previo: tomar conciencia. Si eres consciente de que te sientes molesto con tu forma de hacer las cosas y no te gusta tu comportamiento, debes reflexionar sobre el origen de este malestar; si quizá te habías puesto unas expectativas vitales demasiado altas, o has traicionado tus valores…
Según el experto en perdón Fred Luskin, existen tres condiciones previas para perdonar: saber lo que se siente, saber qué fue lo que salió mal y compartir la experiencia con un par de personas de confianza. Condiciones que están incluidas en el siguiente método que propone para perdonar y que puedes aplicar:
- Reconocer los sentimientos y enfrentarlos de manera abierta. Darte cuenta de cómo te sientes acerca de lo que pasó y ser capaz de reconocer qué es lo que no te está permitiendo sentirte bien. Puede resultarte efectivo compartir la historia y los sentimientos dolorosos con otras personas.
- Comprometerte contigo mismo y hacer lo necesario para sentirte mejor. El perdón es para el que perdona, para nadie más.
- Perdonar no significa necesariamente reconciliarse con la persona que provocó el daño, o que apruebes sus acciones. Lo importante es recuperar la paz.
- Obtener la perspectiva correcta de lo que está sucediendo. Reconocer que la mayor dificultad proviene de los sentimientos heridos, pensamientos y malestar físico que estás sufriendo ahora, no por que sucedió.
- En el momento en que sientas malestar por la experiencia dolorosa que viviste, practicar alguna técnica de manejo del estrés para calmarte y reducir la respuesta de lucha.
- Aceptar que la vida no es justa. Renunciar a esperar cosas de otras personas, o de la vida misma. Reconocer que a todos también nos pasan cosas malas. La misión de cada quién no es ajustar la balanza ni castigar a nadie, incluyéndose a uno mismo, sino aprender a gozar de la vida, entablar relaciones sanas, ayudar a los demás y ser feliz.
- Poner tu energía en buscar otra manera de conseguir tus metas positivas a través del aprendizaje adquirido a través de la experiencia de la que saliste lastimado. En lugar de reproducir mentalmente el dolor buscar nuevas posibilidades de conseguir lo que deseas.
- En lugar de centrarte en los sentimientos heridos, y que confieren a la persona que te causó el dolor, aprender a buscar el amor, la belleza y bondad a tu alrededor.
- Corregir tu historia de rencor para recordarte tu valiente elección de perdonar.
Fuentes:
Perdonar es sanar, Fred Luskin